miércoles, 8 de febrero de 2012

Desahucios en España

En el coche, como cada mañana, escuchando la radio, intento comprender el mensaje del Corte Inglés... “..viaja a Eurodisneyland Paris, y paga en 10 meses…”
Personalmente, creo que el nuevo primer ministro  español  Mariano Rajoy debería empezar a recortar por allí… Recortar esas publicidades, esos anuncios falsos y engañosos que fomentan el endeudamiento de la familias españolas.

Otro recorte que debería pensar en hacer es con los bancos… Si Rajoy decide de saltar las imposiciones de la pareja Mer-Kozy, sacaría a su país y en el mismo tiempo a su pueblo de la miseria económica en la que están cayendo.
Esos banco que han endeudado a numerosas familias españolas, regalando préstamos por todos los lados. A la hora de chupar céntimos, lo saben hacer, perfectamente, tasas, comisiones de gestión, comisiones por sacar tu propio dinero en Servired o Telebanco…. Hasta el momento crítico. 

Cuando esas mismas familias entran en el túnel del paro, de la falta de recursos, ingresos, apoyo; los bancos, los mismos bancos les tiran como basura a la calle. No dudan en armar hasta los desahucios en pleno invierno. A ver, Señor Rajoy, los desahucios tendrían que ser prohibidos por lo menos en invierno. Bueno, en mi punto de vista, usted debería, con su equipo de trabajo, inventar, escribir y proponer al voto, o imponer, una  nueva legislación referente a los desahucios. A uno que pierde su trabajo, su banco, que durante meses le ha chupado su sangre, no puede quitarle su casa para venderla a otros, o guardarla hasta que lleguen tiempos mejores. Porque para buscar un trabajo, se necesita un mínimo de comodidad. Y la comodidad, nadie la encuentra en la calle Señor Rajoy.

A ver si usted tiene los cojones para saltar las órdenes recibidas desde la Union Europea, o el Fondo Internacional Monetario,  como lo ha hecho Islandia, desafiando el mundo  para que,  de una vez por todas, salga España de este callejón dónde se ha metido….

A ver si usted, es capaz de recortar los ingresos de los cargos políticos, de los bancos. Porque el dinero existe. Pero a ver dónde está.